Pensemos Chile

domingo, 25 de septiembre de 2011

Entre Obama y Labbé

Una vez más el Presidente de los Estados Unidos, Obama, ha dado muestras de que su política es un fiasco, y que su figura se torna cada vez más irrelevante.
Esta semana y dando muestras de lo poco original y relevante de su discurso, Obama se ha negado a la posibilidad del reconocimiento del Estado Palestino y su admisión en la ONU.
Obviamente este reconocimiento no le parece posible a un presidente que tiene como aliado predilecto al Estado de Israel.
Dando muestras de su pobreza de ideas y falta de perspectiva histórica, Obama ha dado muestras de la natural debilidad de la política norteamericana para con los controladores de la banca.
Sin pensar ni siquiera en la posibilidad de la coexistencia de dos Estados, Obama apuesta por eternizar negociaciones de Paz que a 30 años vista no han arrojado fruto alguno.
Todo indica que en Palestina e Israel, las cosas seguirán igual y la violencia del estado judío permanecerá amparada por los fácticos de siempre y por Obama, a quien hace algunos años le dieron el premio de la paz, todo un detalle y un síntoma de lo enredadas que andan las cosas.
En tanto, en el mismo país de Obama, Piñera, ante la asamblea de la ONU, realiza elegíos a la gente que protesta contra su gobierno en las calles. Sólo le faltó decir que el también saldría a protestar. A estas alturas parece cierto aquello de la natural predilección de los humanos por arrojar piedras sobre el propio tejado.
Al Presidente no le corresponde elogiar el movimiento, le corresponde resolver el problema, pero al igual que en el caso anterior, son mejor los discursos bonitos que las acciones concretas.
Otro notable desatino, que se suma a los dos anteriores corresponde al alcalde de Providencia, quien en el mejor tono de la época del fascista, ha desalojado colegios en toma, los ha cerrado y ha amenazado con las penas del infierno, a quien contravenga las ordenes que de seguro se firmaron en el viejo escritorio de Pinochet y que el alcalde remató a buen precio.
En fin, ya sea en la Casa Blanca, en el podio de la ONU, o en el escritorio de Pinochet se sigue escribiendo la misma historia infame de siempre, con sonrisas de por medio, con arengas huecas o a lumazo limpio. Por lo menos Obama tiene el consuelo de que no está sólo en el mundo, tiene personajes que hablan o actúan igual que él.

1 comentario:

Merlinux dijo...

Piñera mintiendo en Harvard:
http://vimeo.com/29577248