Pensemos Chile

domingo, 11 de marzo de 2012

¿De qué te sorprendes, Roger Waters?

Cada semana nos depara una nueva sorpresa en donde, por lo general, el gobierno queda en ridículo. Aparte del conflicto de Aysén en el cual el gobierno no ha sabido echar mano a otra estrategia que no sean los lumazos y las bombas lacrimógenas, esta semana ha trascendido un hecho, que de ser cierto, no es sorprendente, pero sí muy divertido.
Como casi todo el mundo sabe, el músico inglés Roger Waters, ofreció dos conciertos en el Estadio Nacional, espectáculo que la prensa local se encargó de alabar haciendo gala de su habitual percepción isleña de las cosas.
Nadie discute los méritos del músico inglés, pero su paso por Chile trascendió lo meramente musical. Ocurre que el antiguo integrante de Pink Floyd, fue recibido en La Moneda por Sebastián Piñera. De seguro se encontraron allí dos hombres de mundo. En principio no trascendió mayor información sobre la cumbre rockera en La Moneda. Sin embargo, esta semana y cuando el músico inglés recalaba en Buenos Aires, se conoció una noticia insólita. Ocurre que a través de una carta, el británico hizo saber sus impresiones sobre la cita con el Presidente. La carta fue dada a conocer por la radio Futuro y en ella Waters no deja en muy buen pie a nuestra principal autoridad. El aspecto sintético de la misiva se resume en la sorpresa del cantante respecto de las respuestas que le ofreció Piñera a sus preguntas, particularmente a las referidas al conflicto estudiantil, las marchas de protesta y la represión policial, la generación de energía, etc. Puede colegirse que de la sorpresa del músico ante las respuestas del Presidente se haya producido una suerte de desazón sino una franca mala opinión respecto de Piñera.
Al ser conocida la carta, el embajador de su majestad británica en Santiago, el Sr. Benjamin, que dicho sea de paso, es muy amigo de Roger Waters, dijo dos cosas que hablan muy bien de él como diplomático. Primero que él estuvo en la cita y tiene por norma no revelar conversaciones privadas. Aquello abre un manto de duda no menor. Y en segundo lugar señaló que consideraba a Roger Waters un amigo. Con las explicaciones del Embajador el gobierno quedó satisfecho, el asunto no podía escalar a un incidente diplomático si se toma en cuenta el lio armado entre Buenos Aires y Londres por las Malvinas.
Sin embargo el manto de sospecha sobre la consistencia de las explicaciones del Presidente ha quedado instalado. Si lo sabremos bien muchos de nosotros que albergamos sospechas similares. Habría que preguntar, simplemente, ¿de qué te sorprendes, Roger Waters?

No hay comentarios: