Pensemos Chile

miércoles, 4 de marzo de 2009

A LA IZQUIERDA





Luego de casi dos décadas de ocupar un lugar marginal en el juego político del país, la izquierda aparece decidida a ser parte de lo que podría ser algo así como una “nueva etapa” en su historia política.
Tras 20 años de gobiernos de centro izquierda y con un claro desplazamiento de los socialistas hacía el centro, la izquierda, aquella que levanta históricas banderas de lucha social, pretende irrumpir y no seguir bajo la mesa del convite político.
El contexto no puede ser mejor; ante la evidente decadencia de la coalición gobernante, decadencia que más que tener que ver con la corrupción tiene que ver con la torpe conducción política de la Presidenta, y ante la posibilidad muy cierta de un alza sostenida de la derecha, la izquierda asoma en el escenario con vistas a dejar de ser comparsa del asunto.
A esto cabe sumar un escenario vecinal auspicioso con gobiernos que se dicen de izquierda en varios países del continente.
Sin embargo ante estas “evidencias" es preciso apuntar algunas cosas que den perspectiva para poder discutir.

1. A más 30 años del golpe, la izquierda aparece nuevamente bajo el modo de la fragmentación. En ese sentido su irrupción en la escena tiene más que ver con la cantidad de candidatos que han brotado en tierra, por lo general infértil, y que han dado un talante pintoresco a la contienda electoral que se avecina. Esta fragmentación más allá de los nombres, se expresa también en una ausencia táctica ya que no se sabe si el propósito es entrar al parlamento, irrumpir en la sociedad o forzar la contienda electoral al punto de volver a los tres añorados tercios. Como cada quien interpreta las cosas como quiere pueden ser todas las anteriores o ninguna.

2. Los Candidatos

Jorge Arrate:
Proveniente de la concertación, reunificador del socialismo en los 90 y funcionario de los tres primeros gobiernos concertacionistas en diversos cargos. Resulta que ahora se ha dado cuenta de que las cosas no se han hecho nada de bien y es necesario salir del establishment tradicional y recomponer las viejas alianzas. Para ello ya reclutó a otro político insigne y lúcido, Carlos Altamirano. Ya recibió el apoyo de destacadas figuras de la crítica nacional, así que su candidatura no hará más que prender.


Alejandro Navarro:
También proveniente de la concertación, parlamentario autoexcluido del P.S. ha planteado la necesidad de un viraje a la izquierda encabezado por él. Según sus cuentas, su candidatura es la única que puede impedir el triunfo de Piñera, de manera que ante tamaña amenaza sus huestes iran creciendo cada día más. De hecho, la carretera al sur ostenta una mayoría de rayados que dicen “Navarro Presidente” de lo que se puede colegir que su discurso no hace más que entusiasmar a las masas.

Marco Enríquez-Ominami
Hijo de un legendario guerrillero y de un connotado político de la concertación (por adopción en el segundo caso, se entiende) pretende producir una radical transformación en los hábitos políticos nacionales y para ello y ayudado por la irreverencia (que le sale muy natural) se puede tornar un candidato imparable a medida que los meses pasen y el desencanto con los políticos tradicionales cunda.

Tomás Hirsch
De seguro pretende emular a Salvador Allende ya que esta sería su tercera campaña presidencial. Así que si en esta no gana lo más probable es que en 2014 entre a la Moneda.

Guillermo Tellier
Su slogan podría ser algo así como, “la experiencia al poder”. Admirador de la revolución cubana de la que destaca su gran libertad de expresión, este político de cepa tiene reales posibilidades de convertirse en diputado por Lota. Con lo cual se romperá la exclusión y la izquierda volverá al Parlamento.

3. Es evidente que hoy no es muy claro que significa ser de Izquierda y la mejor prueba es la enumeración que acabamos de hacer.
Se críticó durante mucho tiempo el histórico conservadurismo cultural de la izquierda, sus discursos que no se diferenciaban mucho de algún sermón (Inolvidable, como no, fue la canidatura del cura Pizarro en 1993) y el talante un tanto grave con el que se veían las cosas. A eso hay que agregar una gran pacateria que iba acorde con las costumbres nacionales y aquello se condimentaba con una predilección por el secretismo.
¿Será necesario pasar de la gravedad a la frivolidad y perder el temor al rídiculo para redefinir a la Izquierda?
¿O será necesario reconocerse en una lógica autoritaria, caudillesca y militar para pensar la Izquierda latinoamericana?






1 comentario:

Merlinux dijo...

A mi juicio la izquierda debería redefinirse como algo más que "aquello que se encuentra del lado opuesto a la derecha".

Recurriendo a la wikipedia, leemos:

"...tiende a defender una sociedad aconfesional o laica, progresista, igualitaria e intercultural."

Aun así hay una enorme diversidad de "sabores" que comparten esta tendencia y que van desde una izquierda revolucionaria que defiende la conquista del poder por el proletariado, la extinción de la propiedad privada del capital y la desaparición de las clases sociales
pasando por la "postmoderna" Anarquía y llegando a una postura más moderada como la socialdemocracia.

Si simplificamos las cosas al máximo tenemos por un lado una dictadura de izquierda y por otro el actual orden de las cosas, o sea una izquierda tibia y medio comprometida con la derecha infiltrada de personajes ambiguos en sus ideales y de carácter fácilmente corrompible.

Propongamos una alternativa: el neocomunismo cybersocial.

en pocas palabras:

- Abolición del senado
- Democracia directa y autogobierno.
- Sistema web de toma de decisiones por consenso.

Saludos.