Ha nacido en Chile una nueva religión. Huérfanos como estamos de referentes, una nueva verdad ha alumbrado nuestro oscuro entorno.
Y no deja de ser sorprendente la fuerte adhesión que genera en Chile un personaje como Marcelo Bielsa quien es el venerado en este nuevo culto.
Se entendería rápidamente dicha adhesión si estuviese correspondida por resultados exitosos del equipo chileno en su reciente participación en el campeonato de Sudáfrica.
No es así, los resultados son magros y su celebración bastante abstracta ya que el chileno medio habla de “cambio de mentalidad” para celebrar el trabajo del entrenador rosarino.
¿A que corresponde entonces esta adhesión?; quizás a que los bajos resultados en Sudáfrica no son tan malos si se piensa que antes los equipos que representaban a Chile jugaban peor aunque a veces obtenían lo mismo.
Marcelo Bielsa es un individuo hosco, obsesivo, riguroso en el trabajo y metódico en la planificación del mismo. Cuesta creer que los chilenos admiren a alguien de esas características.
En Chile, salvo excepciones, abunda la falta de rigor en todos los planos, el desdén y la ausencia de planificación. A cambio de eso el grueso del trabajo que se práctica acá -y no sólo en el deporte- se caracteriza por la improvisación, la ineptitud, el chanchullo y la ignorancia. De hecho, acá ser trabajador es estar todo el día en el lugar de trabajo. Se valora la presencia. Pero sólo eso....
Tal vez sea cierto eso de que las personas a veces admiran cualidades que impresionan pero uno pensaría tres o más veces antes de adjudicárselas a sí mismo
En lo que se refiere a los resultados de la Selección de fútbol de Chile y que habrían generado esta rabiosa adhesión que cabría llamar “Bielsismo”, estos son sólo regulares, pero “a la chilena” da para celebración. Una razón para ello es la constante insistencia de la lamentable prensa de nuestro país que persiste en publicar las loas de connotados comentaristas mundiales respecto del juego de Chile.
Y puede ser así; de hecho lo es.
Sin embargo examinados los resultados y el juego del equipo chileno, hay que decir algunas cosas al menos.
Se trata de un juego ofensivo pero ineficaz. En cuatro partidos se convirtieron tres goles y se recibieron 5
Se trata de un estilo de juego muy vertical en el que la máquina hace desaparecer la individualidad. Esto es casi como el “fútbol industrial” que defendía el sabio croata Andrija Percic que dirigió algunos equipos en Chile en los años 90 con resultados similares a los de Bielsa.
Se trata de un estilo de juego que podríamos llamar “fútbol de bosquejo”. Al ingresar al campo los jugadores parecen no haberse desprendido de la mentalidad de entrenamiento. De hecho el modo de jugar se asemeja a un permanente ensayo en donde se prepara la mejor jugada...siempre por venir.
Vistas las cosas así y sin animo de interrumpir la fiesta nacional, no hay mucho que celebrar.
No obstante hay que reconocer avances sobretodo en el ámbito de la planificación y en el rigor con que se ha intentado separar al fútbol y a sus actores de la farándula y otras cosas tan importantes para el destino del país.
En ese sentido Bielsa ha marcado un punto de inflexión, no cabe entonces un retroceso a formas de trabajo, si se le puede llamar así, a los modos que, por ejemplo, practicaba un tipo como Nelson Acosta.
Por tanto y sin ser de vida o muerte que Bielsa siga en el cargo ya que la presencia de ningún individuo lo es en ninguna parte, sería razonable pensar que si ha de venir un nuevo técnico para la selección de fútbol de Chile este debiera ser extranjero y en lo posible, no haber trabajado nunca antes en nuestro medio
domingo, 4 de julio de 2010
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2 comentarios:
¿Será que el ruido de las vuvuzelas no nos ha dejado entender del rendimiento de nuestro equipo?.
Choche!! me puedes dar tu correo tengo que hacerte algunas consultas de la u...
gracias Claudia Enríquez Bacigaluppi
(tu hermano te pidio unos doc para mi de la escuela de derecho)
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