Pensemos Chile

domingo, 18 de julio de 2010

Entre el "Hermano Mayor" y Barrabás

Dos breves apuntes en pleno invierno. Dos disparos a la bandada aunque los pájaros verdaderos hayan desaparecido y los otros, a los que se dispara, estén previamente apuntados.


1.¿Puede alguien entender que la respuesta de Gabriel Ruiz-Tagle al dictamen de la Contraloría no amerite algo más que una que otra amenaza de parte de la oposición?
Aclaremos, el contralor ha dispuesto de una salomónica medida. Ha absuelto a Piñera, en los hechos lo de Chilevisión no importa, y le ha cargado el muerto a un personaje irrelevante como Ruiz-Tagle. Este Subsecretario de Deportes que a la vez es uno de los principales accionistas de Colo-Colo, no es un individuo que despierte mayor interés. No obstante su respuesta al dictamen del contralor es, traducida al chileno, “no estoy ni ahí”. Al cabo además ha dicho que el dictamen no afecta en nada su “capacidad para sacar adelante el deporte”. No se necesita ninguna resolución de la Contraloría para darse cuenta que lo que se propone este sujeto es imposible ya que él es el obstáculo.
Lo interesante es que en la misma medida en que Ruiz-Tagle es atacado, Piñera pasa colado. Ahora que ha sido definido como “Hermano Mayor” (ver la prensa del sábado) hará uso del liderazgo que se le adjudica, según el ingenioso que escribió la alabanza, de modo “horizontal”. Se acabó el presidencialismo verticalista con añoranzas republicanas. Ha surgido, esa es la conclusión del astuto columnista, el “hermanazgo horizontal”.
Cabe recordar que el poder de alguien puede situar a otro en forma horizontal no sólo para decirle que es su hermano y líder. Puede ser para más cosas….


2.¿Cuál es el alcance real de la insistencia, un poquito cargosa a estas alturas, de los obispos católicos respecto de la necesidad de un indulto “bicentenario”?
A primera vista no hacen más que recordar las viejas historias de los emperadores que en época festiva se sentían enfervorizados y magnánimos y abrían de par en par las puertas de las cárceles. La historia dice que en uno de esos arrebatos generosos se coló Barrabás, hombre clave en la historia del cristianismo. ¿Están los obispos católicos a la espera de un nuevo Barrabás?
El indulto es una prerrogativa política que sólo debiera ser privilegio de la autoridad presidencial. Su solicitud debiera tramitarse a través de los conductos que para estos efectos dispone el Estado. Y punto. Entendido como un gesto de clemencia y no pocas veces de justicia, el indulto pone a prueba la capacidad de la primera autoridad.
La insistencia de los obispos católicos huele a populismo o a lavado de imagen.
¿O estarán efectivamente a la espera de su propio Barrabás? Candidatos no les van a faltar.

No hay comentarios: