Pensemos Chile

miércoles, 11 de agosto de 2010

La Teocracia Chilena

El triste desenlace del accidente de los mineros en el norte asoma inevitable. Todo parece haber conspirado para una adecuada y rápida solución del drama.
No sorprende lo que ocurre, dada la precariedad en que se realiza el trabajo asalariado en esta ley y con los códigos laborales vigentes, es habitual que este tipo de accidentes ocurran.
Por lo tanto esta demás el tono enfático con que las autoridades de la mineria, el trabajo y el propio Presidente, pontifican y amenazan señalando que las cosas van a cambiar ya y para siempre.

Otra cosa es más llamativa y deprimente.
El señor Presidente ha recalcado que la solución de este asunto esta en manos de dios. Se trata de una afirmación del todo arbitraria y extemporánea.
Nadie discute que Piñera o cualquier persona tenga sus particulares creencias y considere que aquellas son verdaderas. Es más, la ley vigente garantiza libertad de culto y de creencia. Otra cosa es que uno considere que esa creencia puede ser aceptada por todo el mundo. No puede, en modo alguno, la primera autoridad del Estado utilizar su creencia religiosa privada y tornanrla un atributo de dominio público para resolver problemas de su competencia. De ser así, habría que proclamar de inmediato la teocracia.
Las creencias religiosas pertenencen al ámbito privado, a la inviolabilidad de la conciencia individual. Su expresión pública atenta contra la totalidad de los ciudadanos del Estado.
En los paises europeos se han abolido signos y vestimentas religiosas en el ámbito público. Aquello parece correcto en relación con la libertad individual sometida a las leyes de un Estado Laico.
Muchos aspiramos a vivir en un Estado Laico en donde las creencias religiosas se respeten como parte de la vida privada. Incluso más, es dable que existan incluso instituciones educativas sostenidas por las confesiones religiosas. Pero para ellos.

Por tanto no es aceptable lo afirmado por el señor Presidente en tanto habla como Presidente y primera autoridad del Estado.
Por lo demás, ¿cómo saber si dios existe?
En realidad y cómo bien se dijo alguna vez, sería todo un gesto y una cortesía de parte de dios (si acaso existe) que él fuera como alguna vez los seres humanos lo imaginaron.

No hay comentarios: