Pensemos Chile

domingo, 22 de mayo de 2011

Pasiones Desatadas

La agenda la toma por completo el discurso presidencial del 21 de Mayo. Los medios, todos oficiales, dan cuenta de lo que habló el Presidente. Tal vez convenga detenerse en algunas cosas que rondaron este mensaje.
1. La facilidad con que se desparraman cifras y consignas sin contexto alguno. Parece no haber mar de fondo, todo se enmarca en la superficie, el Presidente pudo haber hablado diez horas o 5 minutos y habría sido lo mismo. Excepto en una cosa, las cifras de la reconstrucción no son reales y eso todos lo saben. Y una última cuestión, cuando el Presidente fue encarado desde las tribunas perdió la paciencia subrayando que “nunca los violentistas tendrán la última palabra”. ¿Puede motejarse de violentista a alguien que increpa verbalmente al Presidente en una cuenta pública? No. Por lo demás todos sabemos que en términos de violencia la última palabra la tiene siempre el Estado. Basta escuchar al Ministro del Interior y sus insólitos argumentos que desafían hasta las inteligencias menos pobladas para darse cuenta de esto.
2. No deja de ser divertido ver a quienes actúan de opositores rasgar vestiduras contra Hidroaysén. Nunca dijeron nada cuando fueron gobierno. Pero el proyecto avanzó. Peor que la vuelta de carnero de Ricardo Lagos Escobar, es lo que se sugiere en los mentideros políticos. Se dice que la Presidenta Bachelet dejó avanzar el proyecto sabiendo que su gobierno no iba a alcanzar a aprobarlo. Eso habla de cómo entendía gobernar. Chuteando la pelota y justificando con “corazonadas” que en su fuero íntimo le decían que NO, el explicar porque se aprobaban proyectos tan desastrosos como el Transantiago. De hecho hasta el día de hoy, Carolina Tohá de explicaciones diciendo que, en verdad, la Presidenta al parecer no estuvo de acuerdo con ninguna de las políticas más discutidas de su gobierno, pero que….había que hacerlo.
3. Más allá de esto, todos buscan explicaciones a pasiones desatadas y violentas que se toman la calle. La gente marcha contra las represas, a favor de la educación pública. En España ocurre algo semejante con “los descontentos”. Algo hay en común, no le creen a los partidos, los quieren lejos. Obviamente los partidos no se enteran mucho de eso. Todo esto no viene más que a reafirmar la enorme fragilidad institucional en la que se vive allá o aquí. El sistema democrático tal y como lo conocemos ya no da cuenta de las complejidades actuales. No por nada un columnista del Diario La Tercera, reclama esta mañana por la ausencia de un liderazgo fuerte que le pegue a la mesa. ¿Será el autoritarismo lo que salvará a esta democracia agonizante? No lo creo, pero la tentación es grande.
4. Y si de pasiones desatadas se trata, el jefe del FMI, D.S.K (ya sea cierto o no) explica bien lo que está pasando. Si es verdad que persiguió empelotas a una camarera y de eso se ha enterado todo el mundo, estamos en el despelote mismo.

2 comentarios:

I.J.A.A. dijo...

la democracia para una sociedad de la técnica y el desarrollo, ¿serán suficientes para la actual sociedad como orden social?...la pregunta que queda después de la 2da guerra y de las dictaduras en el mundo, pareciera ser transversal mundialmente, aunque el tras-fondo no se trate: la alta concentración de riqueza, la perdida del lugar del trabajo en la producción de riqueza y su estancamiento o caída también mundial, las diversas maneras en que los modelos económicos e ideológicos han desviado la atención de la cuestión que nos divide como enemigos irreconciliables: la propiedad privada y su efecto (hoy un modelo por si mismo) como aparato de alienación altamente refinado, técnico-mundial: el dinero financiero.

Pato dijo...

El Discurso del 21 de Mayo tiene cada vez menos de cuenta pública, puesto que de las casi dos horas que duró éste, por lo menos media hora la dedicó el Presidente en hacer un contexto innecesario (todos sabemos lo del terremoto y los 33 mineros) y el tiempo restante fue dedicado mayormente para el anuncio de promesas y proyectos venideros, que para lo realizado hasta la fecha.
Además, hay varias cosas fuera de los anuncios dignas de destacar, como las constantes interrupciones en el Congreso que fueron opacadas con aplausos y vítores ensayados por personas ligadas al gobierno (por eso aplaudieron tanto a Piñera), el lloriqueo de algunos parlamentarios que no podían tuitear debido a una medida de la sala para que presten atención, la represión policial hacia quienes no hacían desmanes y se encontraban pacíficamente en la marcha a varias cuadras del Parlamento, entre otras.