Pensemos Chile

domingo, 19 de junio de 2011

Como Humo de Tabaco

Por si no tuviera suficientes problemas, el gobierno, en el que cunde una desorientación y falta de conducción, pocas veces vista, ha resuelto arremeter contra los fumadores.
En estas semanas, en medio de movilizaciones que dan a conocer malestar e insatisfacción por parte de la población, el gobierno pretende radicalizar, casi de modo integrista, la ley contra los fumadores.
Es indiscutible que el tabaco es dañino para la salud y nadie ha demostrado lo contrario. También lo son el alcohol, las drogas y cierto tipo de comida. Respecto de esto último, el gobierno ha vetado el proyecto de ley, dado en llamar “ley súper 8”, que imponía restricciones a la venta de una serie de productos alimenticios, de seguro lo ha hecho presionado por las entidades empresariales que fabrican esos productos y los venden y que constituyen la ya precaria base de apoyo del gobierno.
Sin embargo hay otras cosas que son dañinas para la salud mental y por ende física, respecto de la cual el gobierno no se ha pronunciado.
Son dañinos para la salud las jubilaciones miserables, la mala atención en salud, los empresarios explotadores, la educación pública y privada, el lucro en la venta de bienes, la usura de la banca e incluso las estupideces que se dicen en la televisión que pueden, si uno observa detenidamente y por muchos años, enrarecer al nivel de la patología la percepción de la realidad de algunas personas.
¿Por qué entonces arremeter contra los fumadores? Es posible que el natural sentimiento imitativo nos lleve a querer ser como la Europa integrada, pero es no es más que una pobre imitación.
El día que las cargas impositivas, el acceso a bienes y servicios a precios razonables y no de usura, y que los derechos mínimos a la atención de salud sean semejantes a los de la Europa que tanto se admira, entonces que arremetan contra los fumadores de este pobre país.
La anterior ley de tabaco separó, lo cual es razonable, espacios para fumadores y no fumadores, prohibió fumar en oficinas (no todos lo cumplen) y en general, prohibió fumar en espacios de uso común. Resulta que ahora se pretende incluir los estadios y finalmente será la calle. Todo aquello acompañado de inversiones, por ejemplo, de los dueños de Restaurantes, Bares y otros lugares tan nobles y apropiados para matar el aburrimiento.
Si el argumento es que se causa daño a “fumadores pasivos” la separación de ambientes y la prohibición de fumar en lugares públicos, la proscripción es acertada. Si el argumento es que uno debe velar por la salud propia, el argumento es discutible, ya suficiente nos enferma el Estado con todo lo antes descrito y la estupidez imperante, como para además meterse en las decisiones particulares de individuos escasamente libres pero que han alcanzado la “mayoría de edad”.
Bien haría el gobierno de ocuparse de los narcotraficantes que controlan la periferia de las ciudades, antes de perseguir a los fumadores.
Como humo de tabaco se disolverán sus intenciones moralistas e integristas

3 comentarios:

Anónimo dijo...

debe ser que para obviar lo realmente importante, es más fácil recurrir a la chimuchina de siempre, la discusión boba que distrae...mientras por debajo trabaja el oscuro de Hinzpeter y todos esos que no tienen cara visible pero que trabajan de sol a sol en pos de un "futuro mejor"....para ellos solamente por supuesto...despuès de todo estamos en democracia. Y el tabaco.....!!!! si uno quiere fumar es cosa de uno..lo importante como en todo orden de cosas es no incomodar a los que no fuman,.y eso solo se hace con respeto y empatìa....no con leyes sino con educaciòn de calidad y consciencia real para todos y no la elitista que exista hoy (y que ha existido siempre)....Por demàs, un buen cigarro, una grata conversaciòn, una linda compañìa y un ambiente de armonìa no matan a nadie....en cambio Piñera y sus patrones y colaboradores si........

I.J.A.A. dijo...

De por qué Fernandez olvida a los homosexuales

...en una pequeña entrevista aparecida en algún diario nacional, Cristian Cuevas, dirigente de la CUT, señala que el actual debate de sobre uniones de homosexuales y lesbianas considera sólo a las clases altas y está a partir de los que poseen propiedad, por tanto no se trata de una discusión sobre la vida humana y sus derechos básicos, para ello habría que:
1. Abrir se a una discusión con la sociedad en general y no un debate sólo de elites políticas.
2. El debate debiera ser sobre eliminar la discriminación en general, que es la fuente de toda discriminación particular.
Se podría leer entre líneas, en esta pequeña entrevista, el texto de Marx sobre "la cuestión judía", el singular genérico como cuestión social y no exclusivamente jurídica-económica

Esta mirada general falta a la enumeración fernandista

Anónimo dijo...

hola,urgente... quería preguntarle si es posible contactarlo a un correo que no sea de la u porque ese no funciona y queremos saber si usted y otros profes nos quieren ayudar a armar jornadas en la u...porfa avísenos (dayanasantander@hotmail.com)
este sábado 02 jornada a las 14:00 horas en arcis conversatorio sobre educacion....todos invitados.