¿Puede alguien explicar lo que ha ocurrido esta semana en las arenas políticas?
El viernes recién pasado, El Mercurio editorializó, en tono preocupante, la necesidad de “no deslegitimar la Democracia”. La referencia hace alusión al confuso incidente protagonizado por la Concertación que, habiendo pedido una audiencia al Presidente, luego se restó de ella, previa reunión con la Confech. El hecho fue presentado como un desaire al Presidente quien había quedado “Plantado” por la oposición.
La preocupación mercurial, coherente con su lógica histórica, prefiere hablar de” legitimación” y no de “cuidado” ya que eso permite explicar actuaciones del pasado del mismo medio como, por ejemplo, la justificación del Golpe de Estado.
Además de eso, el matutino expresa su preocupación por la necesaria atención de las formas institucionales y que ante el descrédito de los políticos que actúan de modo errático, pueden emerger, por ejemplo “otros actores sociales” lo cual es, en principio, peligroso.
Más allá de esa preocupación, es interesante observar la descomposición de la Concertación frente a un gobierno que transita de modo inerte y que ha ido perdiendo, de modo progresivo, su base de apoyo.
Con su habitual perspicacia, el Presidente del Partido Socialista, Diputado Osvaldo Andrade, señaló, luego del cambio de Gabinete, algo así como que era el momento de empezar a hacer oposición en serio en tanto el gobierno tomaba la iniciativa y llegaba, como dijo Pablo Longueira, “la hora de los políticos”.
A Andrade habría que preguntarle a que se estaba dedicando hasta entonces, ya que por lo que se sabe, su conglomerado dejó el gobierno hace año y medio.
Pero lo peor no es eso.
Luego del “Plantón” al Presidente, llegó la hora de los patriarcas, fue entonces cuando el “pater familias” de la Concertación, el Presidente Aylwin, criticó a sus herederos por la falta de deferencia diciendo que cosas así no se hacen, menos a un Presidente.
Y entonces cundió la alarma. Los envalentonados presidentes de partido entraron en proceso de introspección y descubrieron, gracias a las sabias palabras del patriarca, que se habían equivocado, por no decir otra cosa menos decorosa.
Y empezó entonces la culpa y el autoflagelamiento, como cayendo en la cuenta de la gravedad de la acción perpetrada. Me imagino las horas de insomnio y de angustia, de Tohá, Walker, Gómez y el propio Andrade. Este último, para enredar más las cosas, declaró en El Mercurio del mismo viernes antes recordado, que:
“Algunos le dan importancia a la estética de las cosas, a mí me satisface ver que los estudiantes se reunieron con el Gobierno. Si para eso hubo que pasar por ciertas estéticas y eso hay que repararlo, habrá que repararlo”.
No se sabe a ciencia cierta si el diputado se refería a teorías estéticas, hay varios Programas Académicos al respecto, o se refería a salones de belleza o a la presentación personal. Dudo que se haya referido a este último punto y probablemente ni él sabe lo que quiso decir. Pero dio la seña de la necesidad de una “reparación”, lo que habla a las claras de un sentimiento de culpa y de incoherencia en tanto de la “choreza” se pasó al arrepentimiento sin escalas intermedias. Inefable este Diputado.
La guinda de la torta la puso el Senador José Antonio Gómez al señalar que en realidad el problema se produjo ya que “nos demoramos mucho en definir nuestras diferencias como Concertación”. Harto se han demorado…..
El cierre del asunto se expresó en una carta de explicaciones dirigida por la Concertación al Gobierno, carta que La Moneda entendió como petición de disculpas y por ende valoró y acepto de buen grado. Punto para un Gobierno que camina en la cuerda floja y que tiene enfrente no a los tres chiflados, sino que en este caso, a cuatro.
domingo, 31 de julio de 2011
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1 comentario:
"Siempre hay algo debajo de tu pantalón; siempre hay algo debajo de tu falda"... así kantaba uno de nuestros próceres de la música POPular (Alvaro Scaramelli), y ahora podemos, kizá, komprenderlo a kabalidad. Se trataba del dekoro patriarkal; la reverencia transicional; la polítika en la medida de lo posible. La 'faldapantalón' de la koncertación guarda en sus bastillas no solo el tiempo sino también su tardanza. Ke bueno ke ahora vayan a hacer algo en serio, una lástima ke sea tras el llamado de Longueira: suena a tarzán ordenándole a Chita ke haga el aseo...
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