El nuevo Primer Ministro de Italia ha conformado un gabinete que ha sido definido como de “tecnócratas”, se entiende que aquello parece la única forma de salvar al país del precipicio. Ante la posibilidad de incorporar políticos al nuevo gobierno, el asunto se tornó inviable ya que con esa gente, al parecer, ya no se puede gobernar. Algo similar ha ocurrido en Grecia en donde las visiones de tecnócratas y expertos han reemplazado a la de los viejos miembros de las castas políticas.
¿Ha llegado el momento de la tecnocracia y de los expertos?
¿Qué es un experto? Podemos recordar a Lyotard cuando definía al experto como “el que sabe lo que sabe” ¿será suficiente?
En Chile el proceso ha sido inverso. Al instalarse el gobierno de Piñera se presentó un gabinete de excelencia conformado por tecnócratas, empresarios, gerentes, académicos y expertos. El resultado ha sido un desastre. Esto llevo a que La Moneda debiera desandar sus pasos y el Presidente se encontró obligado a incorporar a “políticos de fuste”, como le gusta decir a El Mercurio, para tratar de enderezar la nave.
A pesar de ello, el mundo político aquí en Chile no goza de mayor prestigio. Hace unos días, el director de Adimnark, Roberto Méndez (“pelado” lo llamo con su habitual incontinencia verbal Francisco Vidal) ha dicho algo más que evidente, que existe un divorcio entre la clase política y la ciudadanía. Suponemos que luego de tamaño descubrimiento Méndez se fue a la casa con licencia médica por agotamiento mental.
¿Cómo sigue la cosa?
Las visiones tecnocráticas no han de ser demonizadas pero son claramente insuficientes ante la complejidad de las sociedades actuales. Es en ese momento en que se reclama la vuelta a la política, no la de los aventureros o caudillos, que siempre son un riesgo, aquello ya se vivió aquí en Chile en el año 1958 con el cura de Catapilco y en el 2009 con otro candidato. Se trata más bien de la vuelta a una política de un tono reflexivo. Pero de aquello estamos tan lejos que parece casi imposible una recomposición en tal sentido. Da la impresión que el próximo campo que se tomarán los expertos y tecnócratas será el de la educación, tal vez eso atisbe el movimiento estudiantil que, con razón, reclama una vuelta a la política.
Pero seguimos muy lejos de aquello.
domingo, 27 de noviembre de 2011
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