Pensemos Chile

domingo, 17 de junio de 2012

De Homenajes y Arrepentimientos

El homenaje a Pinochet que tuvo lugar la semana pasada, hizo reaparecer en los medios los fantasmas y nostalgias de otras épocas. Fantasmas horrorosos y nostalgias que la ignorancia nunca podrá negar. El destino de toda dictadura es quedar replegada allí, su única fuerza no negadora es precisamente la ignorancia. Es coherente que se formulen preguntas respecto de si acaso aquel acto era legítimo. A primera vista y desde una óptica más bien amplia en el campo del pensamiento, uno podría decir que es posible y válido. Es cierto que hay países en donde este tipo de actos no están permitidos por ley, pero la prohibición por ley de algo, siempre es una mala cosa. Más bien diremos que fue un acto de mal gusto, que no alcanzó ni para provocación ni evocación y además, mostró que si bien los fantasmas horrorosos y la nostalgia acampada en la ignorancia no desaparecen, no es por la vía de homenajes o actos reivindicatorios que la historia vaya a cambiar. En este contexto son sorprendentes las afirmaciones del ministro Andrés Chadwick. Este ha señalado en una entrevista a un canal de televisión, que se arrepentía de haber participado de un gobierno (el del homenajeado en el Teatro Caupolicán) en donde se produjo, dijo, “una brutal violación de los derechos humanos”. Ha cundido la estupefacción. Lo primero es que obviamente no podía no saber que aquello ocurría. Y junto a ello, ha tardado 22 años en asumir públicamente una verdad innegable. El acto de arrepentimiento del ministro es poco creíble y por tanto inexplicable. No cabe el ministro en la categoría de los ignorantes que son los que al final viven nostálgicamente el recuerdo de la dictadura. Entonces se podrían ensayar algunas hipótesis para entender a Chadwick. Primero, el ministro pretende ser candidato a algo, la pregunta sería, ¿a qué? Segundo, el ministro intuyó que el homenaje a Pinochet iba a juntar a gente un poco rancia y entonces se quiso desmarcar Tercero, el ministro quiere atraer al centro político para que su gobierno suba en las encuestas. Sin embargo la derecha dura, o sea el 95% de ella, no simpatiza con los dichos del ministro y tampoco con el gobierno. Cuarto, el ministro dijo esto para generar aún más confusión, dado que su gobierno es, a estas alturas, el gobierno más incomprendido de la historia. No lo comprenden en la oposición, no lo comprende casi la totalidad de sus partidarios y ahora tampoco lo comprenden los empresarios. En este contexto Chadwick dijo lo que dijo para enredar más las cosas, para que haya algo de qué hablar mientras la administración de Piñera sigue a los tumbos. Puede ser cualquiera de las hipótesis anteriores, lo único que no puede ser es que diga que no sabía lo que pasaba en ese gobierno que ahora ya no es suyo. Pero el que tiene ahora…….

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