Pensemos Chile

domingo, 9 de diciembre de 2012

Bielsismo de Segunda


Con profundo jolgorio la fanaticada futbolera ha celebrado la llegada de Jorge Sampaolí a la dirección de la selección nacional de futbol. Se habla de él como uno de los técnicos más exitosos de la historia del futbol en Chile. Esto es discutible, pero las alabanzas lo pueden todo.
A ese entusiasmo ha contribuido nuestra excelente prensa local, que se ha ocupado de múltiples de talles.   En  los últimos días hemos sabido donde nació el nuevo técnico, con quienes jugaba cuando niño y cuales son sus aficiones. La prensa ha ensalzado su austeridad y su perseverancia obsesiva en el trabajo. . Cuestión no menor en un país en donde el empresariado de diverso cuño explota a medio mundo con el visto bueno de todos.
A las alabanzas al nuevo entrenador se ha agregado el dato, absolutamente relevante, de que el sería una especie de nuevo Marcelo Bielsa. Con eso han de quedar todos felices.
Como muchos recuerdan el extraordinario entrenador rosarino se marchó de Chile por divergencias con la nueva conducción de la Asociación de futbol. A estas alturas no pocos sospechan que a Bielsa no le quedó más remedio que irse. Esto habría sido organizado desde el propio gobierno que se sentía ofendido ante el desplante de Bielsa a Piñera. El rencor gobiernista no olvidó y a la primera le pasaron la cuenta. Respecto de esto, el periodista Felipe Bianchi ha insistido en que la salida de Bielsa se digitó dese el gobierno y nunca ha sido desmentido. La trama partió por desbancar al entonces presidente de la asociación de futbol. Pues bien, los mismos que echaron a Bielsa hoy le ofrecen a los fanáticos a un “Bielsa chico” y todos contentos y no ha pasado nada. Lo demás se olvida, la memoria del hincha es pobre y selectiva. Ahora se piensa no solo que Chile se clasifique al mundial sino que, en una de esas, salga campeón. Todo se pude con Sampaoli. La gente tiene que estar contenta, eso lo saben en la ANFP, lo demás se olvida.

Por mi, ojala le vaya mal, muy mal.

1 comentario:

Sieg dijo...

Por mí que Chile no clasifique siquiera. Me importa un soberano bledo el fútbol, y así se reduce (no mucho, pero algo) la posibilidad de que nos frieguen silenciosamente en diversos ámbitos mientras todo el país está preocupado de que si Suazo o Arturo Vidal.